No hay llegada al consciente sin dolor- Carl Gustav Jung

martes, octubre 4

Ego



Recuerdo hace algún tiempo, cuando todavía era más joven esta palabra no significaba nada para mí, sin embargo, en este último año de mi vida se ha vuelto una importante connotación de malestar. Es extraño pensar que aquello que nos mantiene "vivos" o más bien "sobreviviendo" termina siendo uno de las razones más importantes de malestar en el ser humano. Después de todo, el Ego (en latín: Yo), es aquello que nos convierte en cierto grado en "individuos" ya que traza la línea de hasta dónde llego y dónde empieza el otro.

¿Cómo nace el ego?  Existen diversas perspectivas para ello, la Psicoanalítica, Junguiana e incluso se podría considerar la postura de las filosofías orientales al respecto (específicamente el hinduismo y el budismo). Pero dar una explicación detallada de tales perspectivas escaparía del objetivo primordial de este blog. Por ello he decidido hablar un poco sobre "¿Qué es lo que pienso del ego?". Primeramente en mi opinión personal (y temporal he de agregar), el Ego nace de la separación inicial con el "gran útero", desarrollándose lentamente durante el crecimiento del infante, plagado por diferencias de lenguaje. Una vez con un amigo hablábamos sobre "si los niños fuesen conscientes, percibirían", mi teoría fue que percibirían todo ya que al no tener ningún tipo de barrera cultural y moral el contenido de su inconsciente (o más bien inconsciente colectivo en términos Junguianos) se mezclaría con el contenido de la "realidad" formando algo similar a una realidad Holotrópica, por supuesto, todo esto no pasó de una discusión sin fundamentos entre dos adultos con algo de alcohol en su sangre y sin embargo no logro dejar de preguntarme, hasta que punto esa separación que suele ocurrir entre el "infante y su entorno" limita la comunicación de él con su "Sí-Mismo". El ego va más allá de estar consciente y equilibrar nuestra Psyche, son los ojos de afuera, hechos por el bagaje cultural y educativo que llevamos, siempre ha existido y siempre existirá.

Solía flirtear con la idea Budista de la muerte del ego, o más bien, de la desaparición o supresión de este, hoy veo que eso no es posible, necesitamos saber que al menos externamente Yo soy Yo y Tú eres Tú (a diferencia de lo que dicta "I am the Walrus de los Beatles), lo que ocurra internamente es un asunto completamente distinto. En mis tiempos pseudo budistas (cuyo eco aun puede ser observado por el tema de este blog) solía observarme y juzgarme por ser una persona tan egocéntrica, cosa que ahora mirando hacia atrás veo que no va tanto por ese lado, quizás si lo fui hace un par de años y aun poseo mucho de ello presente, después de todo por algo tengo este blog para expresar mis opiniones; por la necesidad de que alguien las lea y diga que "sí, tienes razón". Durante el proceso de "aplanar" mi Ego, me di cuenta de lo contraproducente que resultó, pienso que Carl Jung tenía cierta razón, aún soy joven y me encuentro en la etapa donde más necesito del Ego, no puedo hacer que se vaya, puedo trabajar con ello, aplacarlo y expandirlo cuando sea necesario.

Comúnmente me desagradan algunas personas con un estatus o aparente conocimiento superior al mío, suelo decir "no me agrada, es muy Ego", bien yo soy muy ego, fue difícil aceptarlo y quizás gran parte mía aun no lo hace del todo, sin embargo considero que es un pequeño paso para respetar la delgada línea entre "yo y los demás".

Otra idea que comparto con Jung es la de "Muerte del ego"; este como ya dije no debe irse, lo necesitamos en cierto grado así como necesitamos de las demás partes que constituyen a la psyche, sin embargo, la "Muerte del Ego" es más que nada destruir todas esas creencias y percepciones sobre uno mismo, para forjar un Ego más "dócil", comprensivo y flexible, lo cual es una labor ardua más no imposible. Pienso que por ello no funcioné tan bien como "pseudo Budista", me encuentro muy apegado a la idea de un Ego, de una psyche con sus funciones "politeístas" como para hundirme por completo en un panteísmo que, si bien respeto y posee mucho de verdad, todavía no me encuentro listo para encararlo y abrazar al Buda/Self interno. 

Sin más, me despido por ahora.

Namasté.

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